
Nuestra excursión comienza desde que llegamos en autobús al inicio del camino que lleva hacia el Salto El Limón. Hay dos formas principales de llegar a la cascada: una ruta más larga pero plana de unos 3 kilómetros, o una ruta más corta de 1 kilómetro, pero con subidas y bajadas exigentes. En nuestro caso, elegimos el camino corto, ideal para aprovechar más tiempo en el río.

Desde el primer momento, el paisaje es increíble. Comenzamos subiendo por pequeñas pendientes y senderos angostos, llenos de piedras, barro y lodo. Por eso, es muy importante llevar tenis con buen agarre o calzado para senderismo. Si eres muy hábil, puedes usar crocs o zapatos de playa, pero no es lo más recomendado.

Durante el camino, cruzamos por casas de madera muy bonitas, donde algunos lugareños saludan amablemente y ofrecen servicios de caballos y mulos para quienes no desean caminar. Esta es una opción válida si viajas con personas mayores o si simplemente quieres llegar más descansado al salto.

Al llegar al acceso oficial al Salto El Limón, se debe pagar una pequeña cuota para entrar. Esta contribución ayuda a mantener el sendero y apoyar a la comunidad local. En esta misma zona hay un pequeño puesto donde puedes comprar souvenires, como pulseras, artesanías y productos locales.

Desde aquí comienza el tramo final de unos 800 metros en bajada, muy empinados y resbaladizos, sobre todo si ha llovido. Este tramo requiere mucho cuidado, pero la emoción crece con cada paso, porque ya puedes escuchar el sonido de la cascada al fondo.

Al llegar al Salto El Limón, la primera palabra que sale es: “¡Wow!”. Es una cascada imponente de más de 40 metros de altura, rodeada de un paisaje verde, rocas enormes y un ambiente que solo se vive en medio de la naturaleza. El charco formado por la caída del agua es profundo, ideal para los que saben nadar, pero también tiene orillas bajas para los que prefieren no adentrarse tanto.

Eso sí, es obligatorio tener precaución. Si no sabes nadar, quédate en la parte baja o usa un chaleco salvavidas. También se recomienda bañarse con calzado, porque hay muchas piedras en el fondo y podrías golpearte los pies sin darte cuenta.

Una vez dentro del agua, el calor del camino desaparece. El agua es fría, pero muy refrescante. Es común ver grupos lanzándose desde las rocas cercanas, pero esto debe hacerse solo si conoces bien el lugar. Si no, es mejor disfrutar del baño tranquilo.
Recomendaciones útiles para tu excursión al Salto El Limón
Para disfrutar de esta experiencia al máximo, aquí tienes algunos consejos que te serán muy útiles:
Qué llevar
- Tenis con agarre o calzado de senderismo (que puedan mojarse).
- Ropa cómoda y ligera para caminar.
- Traje de baño debajo de la ropa.
- Cambio de ropa seco para después del baño.
- Toalla pequeña o toalla de secado rápido.
- Protector solar (aunque estarás bajo árboles, siempre es necesario).
- Repelente de insectos.
- Agua suficiente y algo de picadera ligera (frutas, barras energéticas).
- Dinero en efectivo para la entrada, souvenirs o montar a caballo si decides hacerlo.
Consejos finales para un viaje sin sorpresas
- Evita ir en días de lluvia intensa, ya que los caminos se vuelven más difíciles y resbalosos.
- No dejes basura. Todo lo que llevas contigo debe regresar contigo.
- Respeta las indicaciones de los guías locales, especialmente en temas de seguridad en el charco.
- Si no estás en buena condición física, considera la ruta larga o el alquiler de un caballo, pero no dejes de ir por miedo. Con preparación, ¡todos pueden hacerlo!