22 de octubre de 2024

Nuestra excursión comienza temprano en la mañana, en Cambita, una pintoresca comunidad ubicada en San Cristóbal. Desde aquí, nos dirigimos hacia la zona conocida como Las Neblinas, famosa por sus paisajes montañosos cubiertos de nubes y su clima fresco. Después de unos minutos en vehículo, llegamos a las cercanías de la presa, donde comenzará nuestra caminata hacia el primer charco.

A medida que avanzamos, el paisaje cambia rápidamente. Entramos por un camino rodeado de plantas tropicales, escuchando el murmullo del agua correr. No pasa mucho tiempo antes de que lleguemos al primer charco, un cuerpo de agua claro y tranquilo. Cruzar este charco no es tarea sencilla, ya que para atravesarlo debemos bordear las rocas. El borde es estrecho, por lo que debemos agarrarnos de una soga para mantener el equilibrio. La otra opción es lanzarse al agua, pero para los que prefieren mantenerse secos, la ruta sobre las rocas es la mejor elección.

Después de superar el primer obstáculo, continuamos caminando por senderos rodeados de vegetación hasta llegar al segundo charco, que es un poco más profundo. Afortunadamente, el grupo está equipado con chalecos salvavidas, lo que nos permite disfrutar del agua sin preocupaciones. Aquí, el agua es fría pero refrescante, lo que es perfecto para recuperarnos después de la caminata bajo el sol.

Tras varios kilómetros de caminata y algunos charcos más en el camino, finalmente llegamos a La Taina, una impresionante cascada que parece salida de un sueño. El sonido del agua cayendo desde lo alto es hipnotizante, y el lugar tiene una energía especial que invita al descanso y la contemplación. El agua, aunque fría, tiene una temperatura perfecta para refrescarse tras el esfuerzo de la caminata.

Nos quedamos aquí alrededor de una hora, disfrutando de la cascada, nadando en sus aguas cristalinas y relajándonos bajo el sol. Algunos miembros del grupo se aventuran a nadar directamente bajo la cascada, donde el agua cae con fuerza, ofreciendo una especie de masaje natural que muchos describen como una bendición. Otros prefieren quedarse en las zonas más tranquilas, disfrutando del entorno mientras charlan y toman fotos.

Una vez que hemos disfrutado de La Taina, continuamos nuestra aventura hacia los Charcos de Nizao. A medida que avanzamos, el paisaje cambia ligeramente, y comenzamos a notar que la temperatura del agua en los charcos es un poco más cálida que en la cascada. Estos charcos son perfectos para relajarse y disfrutar de la tranquilidad que ofrece la naturaleza.

Uno de los charcos más interesantes en el camino hacia Nizao tiene una historia particular. En el fondo del charco, se puede ver un tractor sumergido, que fue arrastrado cuando abrieron las compuertas de la presa. Es un recordatorio del poder de la naturaleza y una curiosidad que no se ve todos los días.

A medida que seguimos caminando, encontramos más charcos, cada uno con su propio encanto. Algunos son perfectos para nadar, otros tienen zonas rocosas ideales para descansar, y todos ofrecen la misma agua cristalina que caracteriza esta región.

Finalmente, llegamos al último charco de nuestra excursión, donde decidimos quedarnos un buen rato. Aquí, el grupo se relaja por unas dos horas, disfrutando del agua cálida y el ambiente pacífico. El sonido del agua corriendo y el canto de los pájaros nos acompaña mientras algunos del grupo nadan, otros toman el sol, y otros simplemente disfrutan del momento. Este es, sin duda, el mejor lugar para cerrar la jornada.

A diferencia de otras excursiones más complicadas, la excursión de La Taina y los Charcos de Nizao es bastante sencilla. Con una dificultad de nivel 1, es ideal para todo tipo de aventureros, desde principiantes hasta personas con más experiencia. Aunque hay algunos desafíos, como el cruce por las rocas o el nado en los charcos profundos, la mayoría del recorrido es apto para personas de todas las edades y condiciones físicas.

Recomendaciones para la Excursión

Si estás pensando en unirte a esta excursión a La Taina y los Charcos de Nizao, aquí tienes algunas recomendaciones para que disfrutes al máximo:

¿Qué Debes Llevar?

Botellas de agua y snacks: A pesar de que el recorrido no es extremadamente largo, es importante mantenerse hidratado y tener algo para picar a lo largo del camino.

Ropa cómoda y calzado adecuado: Dado que parte del recorrido involucra caminar por senderos rocosos y cruzar charcos, te recomendamos usar ropa cómoda y calzado que se pueda mojar, como sandalias de agua o zapatos de senderismo resistentes.

Chaleco salvavidas: Aunque muchos charcos no son demasiado profundos, siempre es una buena idea llevar un chaleco salvavidas, especialmente si no eres un nadador experimentado.

Protector solar y repelente: Estarás al aire libre durante todo el día, así que asegúrate de proteger tu piel del sol y de los insectos.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *